Aunque parezca algo mítico, el miedo al ir al dentista es algo más común de lo que parece. Muchas personas no realizan su revisión bucodental con frecuencia debido a que tienen miedo al dentista.
Hay muchos factores que influyen en este miedo psicológico al dentista. En la mayoría de casos pueden ser por traumas del pasado, especialmente en niños. Esto también puede ser provocado a consecuencia del dolor, como por ejemplo los pinchazos de la anestesia, la actividad que realizan los dentistas manteniendo la boca abierta e introduciendo en ella muchas herramientas.
El problema principal es asunto de los pacientes, que siguiendo algunos consejos podrán intentar superar ese miedo, pues al fin y al cabo los profesionales odontólogos su preocupación principal es la salud de los pacientes.
Hay una serie de consejos que te sugerimos para que pierdas tu miedo a ir al dentista y confíes en que este profesional busca lo mejor para tu salud.
Buscar un odontólogo y clínica de confianza hace que resulte más cómodo para el paciente la situación a la que se tiene que enfrentar. Otra idea es prepararse mentalmente, no pensarlo como algo malo y simplemente evitar frustraciones por el simple hecho de acudir al dentista.
Podemos contar con que algún amigo o familiar cercano nos acompañe, ya que esto refuerza la decisión y ayuda a la distracción cuando hay que esperar.
Se aconseja que la clínica y el propio odontólogo sean conscientes de ese miedo, pues principalmente son los profesionales que trabajan allí los que ayudaran a tranquilizar al paciente y tratarán de ganarse su confianza.
Si aún así, crees que por ahora no puedes controlar esa ansiedad o ese miedo, siempre nos quedará la sedación consciente, que sería la administración vía intravenosa de un sedante por parte de un medico anestesista, gracias a esa sedación el paciente pierde totalmente la noción del tiempo y el paciente se relaja mucho con lo que podemos realizar tratamientos largos o muchos tratamientos en una sola sesión sin que el paciente prácticamente se entere
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.