En este artículo se va a exponer en que consiste el raspado y alisado radicular, que popularmente se conoce cómo “curetaje” ,.
El raspado y alisado radicular puede realizarse tanto de forma preventiva para el mantenimiento de sostén de las piezas dentales cómo si se realiza para tratar una enfermedad periodontal activa.
Se define como la técnica utilizada para eliminar el sarro, así como la placa bacteriana adherida y las posibles pigmentaciones depositadas en la superficie de los dientes del paciente, así cómo para descontaminar las raíces de los dientes de la presencia de bacterias.
Se realiza tanto a nivel de diente, su superficie visible y expuesta, como por dentro de la encía. El objetivo de la técnica es lograr la disminución de la inflamación de la encía que se produce por la acumulación del sarro y puede llegar a provocar enfermedades periodontales, como la piorrea.
Existen dos posibles formas de realizar el raspado radicular:
– Técnica manual: se realiza con unos instrumentos llamados curetas y se van retirando, manualmente, el sarro y la placa bacteriana.
– Técnica de ultrasonidos: se realiza con un aparato de ultrasonidos específico para esto, con el que se elimina, igualmente, la placa incrustada
El procedimiento se realiza con anestesia local, para poder llegar a las bolsas periodontales, en caso de enfermedad periodontal, como la gingivitis y piorrea, y limpiar la zona en profundidad. Primero, se raspa, para retirar el sarro; y, después, se alisa la raíz. Por tanto, durante el procedimiento, el paciente no va a sentir dolor.
Habitualmente, si existe una enfermedad periodontal, el paciente puede sentir sensibilidad, dolor e incluso movilidad en las piezas dentales que tuvieran menos soporte de hueso tras el raspado y alisado radicular, se puede sentir sensibilidad dental.
No es habitual sentir dolor. En términos generales, es un procedimiento indoloro y sin complicaciones.
Para mantener los resultados a largo plazo, se recomiendan mantener una adecuada higiene bucodental y realizar las visitas odontólogo, para revisar el estado de dientes y encías. Y, por supuesto, no olvides una limpieza dental al menos 1 vez al año.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.