Los implantes dentales, por una serie de razones, son posiblemente el mejor tratamiento para las personas que han sufrido la perdida de un diente.
Este tipo de tratamiento representa una inversión de dinero, tiempo y esfuerzo que llevan a los pacientes a hacerse preguntas sobre la durabilidad de los implantes en comparación a otro tipo de tratamientos, cómo los puentes dentosoportados o las prótesis removibles.
Existen muchos factores que pueden afectar a la duración del implante en la boca del paciente.
Según la Asociación Dental Americana, la vida media de un implante puede ser de 25 años, los implantes que han sido bien colocados junto con un cuidado adecuado, pueden durar toda la vida.
En comparación a otro tipo de tratamientos, se puede decir que son una opción más duradera.
Por ejemplo, los puentes dentosoportados tienen una vida media de 7 a 10 años y las prótesis removibles normalmente se desadaptan cada 5 a 10 años.
El deterioro de las estructuras orales es una de las causas más significativas que limitan la longevidad de las prótesis removibles.
Cuando se produce una pérdida dental, el hueso no tiene ningún estímulo que provoque la reparación y mantenimiento del hueso de manera natural.
Esto causa una pérdida ósea progresiva , que se traduce en la disminución del tamaño de la encía .
Los implantes dentales no solo permitirán el reemplazo del diente dentro de la cavidad oral proporcionando una funcionalidad y estética adecuada sino que también ayudarán a que se mantenga tanto el hueso cómo la encía de los maxilares.
Existen una serie de factores que afectan a la durabilidad de este tipo de tratamientos:
-Es esencial una buena colocación del implante dental.
-La calidad y cantidad de hueso son también factores esenciales que harán que un implante sea más o menos durable.
-Y entre otros factores que pueden afectar encontramos la salud general, el estilo de vida, fumar, forma de morder del paciente y sobretodo el cuidado y la higiene dental que tenga el paciente.
Directamente, el implante no se ve afectado por una mala higiene pero las estructuras que lo rodean y lo soportan pueden verse comprometidas incluso en un mayor grado que en los dientes naturales.
Si la encía o el hueso sufren algún tipo de alteración, el soporte del implante podría modificarse, provocando una periimplantitis y esto condicionaría su durabilidad.
Así pues, un implante dental requiere el mismo cuidado que un diente natural, incluyendo un buen cepillado, el uso de hilo dental y revisiones periódicas.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.