Los agujeros en los dientes, también conocidos como caries dentales, son una de las afecciones bucales más comunes. Se forman cuando los ácidos producidos por las bacterias en la boca descomponen el esmalte dental. Este proceso suele comenzar con una placa pegajosa que se adhiere a los dientes, compuesta de bacterias, partículas de alimentos y saliva. Si no visitas a tu dentista para que la elimine correctamente, esta placa puede erosionar el esmalte, creando pequeños agujeros que, con el tiempo, pueden convertirse en cavidades más grandes.
Consumir alimentos y bebidas ricos en azúcares y carbohidratos aumenta el riesgo de caries. Los azúcares proporcionan un ambiente ideal para las bacterias que producen ácidos dañinos para el esmalte dental.
La falta de una higiene bucal adecuada es un factor clave en la formación de caries. No cepillarse los dientes al menos dos veces al día y no usar hilo dental regularmente permite que la placa se acumule y los ácidos comiencen a erosionar el esmalte.
La saliva juega un papel crucial en la protección de los dientes al neutralizar los ácidos producidos por las bacterias y ayudar a eliminar las partículas de alimentos. Una producción insuficiente de saliva, conocida como xerostomía, puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar caries.
Algunas personas son más propensas a desarrollar caries debido a factores genéticos que afectan la dureza del esmalte, la producción de saliva y la forma de los dientes y las encías.
Ciertos medicamentos, como los antihistamínicos, antidepresivos y medicamentos para la presión arterial, pueden reducir la producción de saliva, lo que aumenta el riesgo de caries.
Recomendamos acudir al dentista si tienes algunos signos y síntomas que pueden desembocar en un diente hueco por dentro:
Si sospechas que tienes una caries, es fundamental acudir al dentista lo antes posible. Cuanto más esperes, más daño puede causar la caries a tu diente, lo que puede llevar a tratamientos más invasivos y costosos.
Dependiendo de la gravedad de la caries, tu dentista te recomendará el tratamiento más adecuado para restaurar la salud de tu diente.
Para las caries pequeñas, una obturación (o empaste) puede ser suficiente. El dentista limpiará el área afectada del diente y llenará el agujero con un material de obturación, como resina compuesta, amalgama o porcelana.
Si la caries ha alcanzado la pulpa del diente (el tejido blando en su interior), puede ser necesaria una endodoncia. Este procedimiento implica la eliminación de la pulpa infectada, la limpieza y desinfección del conducto radicular y el sellado del diente.
Para caries más grandes o dientes debilitados, una corona dental puede ser necesaria. La corona cubre y protege el diente dañado, restaurando su forma, tamaño y función.
En casos extremos, cuando la caries ha destruido gran parte del diente y no puede ser restaurado, puede ser necesaria la extracción del diente. Después de la extracción, tu dentista discutirá las opciones para reemplazar el diente faltante, como implantes dentales o puentes.
Prevenir y tratar los agujeros en los dientes es necesario para evitar que un diente se rompa o quede hueco por dentro. En Clínica La Victoria, estamos comprometidos con tu salud bucal y ofrecemos los tratamientos más avanzados para combatir la caries radicular. No esperes a que el problema se agrave; si sospechas que tienes un diente hueco por dentro o simplemente deseas una revisión de rutina, pide cita en nuestra clínica dental en Córdoba.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.