Aunque ambos tratamiento pretendan solucionar un problema parecido, debemos saber que no se llevan a cabo de la misma manera. Por eso en este post vamos a contarte en qué se parecen y en qué se diferencian el raspado y la limpieza dental.
En primer lugar, debemos saber que el raspado, también conocido como curetaje dental, al igual que la limpieza dental, se realiza con el objetivo de eliminar el sarro que pueda existir en los dientes del paciente.
La primera diferencia que encontramos en ambos tratamientos es la intensidad o profundidad de la limpieza. Mientras la limpieza dental permite la limpieza superficial de las encías, el raspado consiste en hacer una limpieza en profundidad de estas.
La segunda gran diferencia es que la limpieza dental es un proceso que se realiza con carácter preventivo, ya que trata de eliminar el sarro que encuentra por encima de las encías. Este tratamiento es sencillo, indoloro y rápido.
Por otro lado, el raspado consiste en un proceso mucho más complejo cuya finalidad es eliminar los depósitos de sarro que se encuentran situados bajo las encías.
Para llevar a cabo un raspado o curetaje dental se utiliza por lo general anestesia local. Además, debe apoyarse en la realización de un sondaje periodontal completo. Esto permitirá al dentista medir el surco de la encía y localizar dónde se encuentra la inserción real de la encía sobre el diente. Esto nos da información de cuáles son las zonas en las que se debe incidir durante la limpieza.
Un profesional se encargará de realizar el tratamiento con un instrumento llamado cureta, el cual te permite trabajar por debajo de las encías para realizar una limpieza con más profundidad y detalle.
Por último, se debe revisar el estado de las encías tras el tratamiento, las cuales deben haber quedado libres de bacterias, placa y sarro.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.