Prognatismo mandibular

El prognatismo mandibular, también conocido como clase III esquelética, se trata de una anomalía del crecimiento de los huesos faciales que provoca un desarrollo excesivo de la mandíbula con respecto al maxilar superior.

Es un problema que afecta a alrededor de un 2% de la población, y no solo tiene repercusiones a nivel estético, sino que también supone un problema de oclusión que puede derivar en ciertos perjuicios para la salud general. Entre estos problemas se encuentran dolores de cabeza, molestias para masticar, sobrecargas en la articulación temporomandibular, problemas de dicción… Además, también suele suponer un problema para la autoestima del paciente, pudiendo llegar a generar problemas psicológicos.

Principales causas del prognatismo

El origen del prognatismo mandibular suele ser, en su gran mayoría, hereditario. Sin embargo, existen otras razones que pueden explicar su desarrollo aparte de esta. Estas son las principales causas del prognatismo mandibular:

Factores genéticos. Como ya hemos mencionado, la principal causa por la que se suele desarrollar prognatismo suele estar ligada a la propia genética del paciente. Si observamos que algún familiar cuenta con antecedentes del mismo problema, debemos llevar a los niños al odontólogo desde muy pequeños para detectar el problema con tiempo.
Factores ambientales. Aquí podemos encontrar la pérdida prematura de molares temporales, padecer de hipertrofia amigdalar o adenoides.
Ciertas enfermedades. Las enfermedades que provocan un descontrol de la hormona del crecimiento, como la acromegalia, pueden provocar el desarrollo de prognatismo. Además, enfermedades como la de Crouzon o el síndrome de Down también pueden hacerlo.

Tratamiento del prognatismo

Como con cualquier problema de oclusión, es importante visitar al odontólogo lo antes posible para identificar el problema de manera precoz y poder llevar a cabo tratamientos menos invasivos, sobre todo en la edad infantil.

A una edad temprana, cuando el paciente todavía conserva la dentición temporal (dientes de leche), el prognatismo se suele tratar mediante ortopedia facial. Esto conlleva el uso de aparatos como el disyuntor y la máscara facial, además de la mentonera en caso de ser necesaria. Si el paciente se encuentra en la edad adulta, el tratamiento dependerá de la gravedad del diagnóstico.

Cuando se trata de un prognatismo leve, es posible corregir la dentadura mediante un tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, esto no modificará el aspecto de la cara, y no siempre estará indicada su realización.

Si, por el contrario, el paciente sufre de un prognatismo más grave, el método combinará la ortodoncia y la cirugía ortognática, lo que ayudará a modificar la posición de los huesos mandibulares.

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