El sellado de dientes (también conocido como sellado de fisuras) es un tratamiento utilizado principalmente para la prevención de caries en todos aquellas piezas dentales que presenten una anatomía de fisuras. A modo de prevención, será imprescindible sellarlas para evitar el depósito de placa y restos de alimentos y azúcares, principales causantes de las temidas caries.
El diente donde suele ser más habitual el sellado es el primer molar, en infantes de 6 años, ya que es la pieza que interviene principalmente la masticación. En sus fosas se depositan los restos de alimento y placa. Un incorrecto cepillado y mantenimiento diario harán que el paciente tenga una mayor predisposición de padecer caries.
Este tratamiento suele realizarse en niños en los que haya aparecido su primer molar. A su vez, es una técnica recomendada para aquellos niños con gran cantidad de caries en su dentición temporal, también conocidos como dientes de leche, en consecuencia a un descuidado hábito de higiene.
El sellado de dientes también es un tratamiento recomendable para todas aquellas personas adultas con alto riesgo de caries y que presente fisuras marcadas, en el primer molar y en el resto de dientes con anatomías retentivas. Una técnica totalmente recomendada para la prevención ante la aparición de caries.
Ante una de las eternas preguntas sobre si el sellado de dientes es un tratamiento invasivo, la respuesta es clara; no, no lo es. A continuación pasaremos a mostrar algunos de los principales beneficios para el paciente:
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Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.