Seguramente conozcas algún caso dentro de tu entorno. La implantación de empastes dentales es una de las intervenciones más comunes en el campo de la odontología. Es una de las opciones principales para solventar un problema de caries o bien por una rotura parcial o total de un diente concreto. Sin embargo, ¿en qué consiste realmente un empaste?
Un empaste estético tiene como finalidad principal la reparación de algún diente dañado, eliminar la caries o bien evitar que esta llegue al nervio. No se emplea solamente el empaste ante un problema de caries, sino también ante cualquier rotura o desgaste de una pieza dental determinada. Y es que, gracias al empleo de la luz halógena sobre el material sintético con el que se realiza el empaste, el paciente podrá sentirse tranquilo, ya que nadie se percatará de su existencia.
El procedimiento es sencillo: se anestesia la zona afectada para poder limpiarla y preparar así el hueco a rellenar donde vamos a colocar el empaste gracias a un pequeño adhesivo. El relleno, normalmente formado por una resina compuesta, se pule y se ajusta. Tras este proceso, se realiza una pequeña prueba de mordida, consiguiendo así un buen resultado a efectos prácticos y estéticos.
Los empastes estéticos ofrecen unos resultados inmediatos de gran calidad. Seguro que alguna vez te has preguntado cuánto dura un empaste estético. La respuesta depende de diversas variables, aunque principalmente de dos: del cuidado bucodental que se siga tras la intervención y del material con el que se realice el empaste.
Así, uno de los factores que va a determinar la duración del empaste va a ser la higiene bucal del paciente tras su implantación; cuanto mayor sea esta, mayor será también la duración del empaste. La frecuencia con la que nos cepillamos los dientes o el empleo de algún enjuague bucal serán siempre buenos aliados para mantener sin problema tu empaste.
En lo que a la duración exacta se refiere, debes tener en cuenta que dependerá en gran parte también del material que se emplee. Así, si el empaste se realiza con resina compuesta (el llamado composite), como suele ser habitual, puede tener una duración aproximada de unos diez años. Si se emplea un material menos estético, pero más resistente, como la amalgama, el empaste puede durar algunos años más, llegando hasta los 15 años. No obstante, la forma de masticar, la existencia del llamado bruxismo o una mala alimentación pueden modificar los tiempos de duración negativamente.
Como puedes observar, cada caso es único y serán las circunstancias del paciente las que determinarán los tiempos de duración, el tratamiento a seguir, las revisiones y las posibles sustituciones del empaste en caso de desgaste.
En Clínica La Victoria, somos especialistas en la implantación de empastes estéticos. Contarás con la tranquilidad que te da el saber que estás en las mejores manos. Por ello, si quieres concertar una cita con nuestros profesionales, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros. Porque queremos cuidar de tu salud dental.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.