Para gozar siempre de una correcta salud bucodental, no solo hay que prestarle atención al estado de las piezas dentales y los maxilares óseos. También es necesario tener en cuenta los tejidos blandos que se encuentran dentro de la cavidad oral, como son la encía y la mucosa.
Centrándonos únicamente en las mucosas, nos topamos con unos pliegues que suelen pasar inadvertidos en la mayoría de las exploraciones bucales habituales. Se trata de los frenillos, unas estructuras repartidas en tres zonas distintas de la boca que en determinadas situaciones pueden desencadenar alteraciones en el habla, distanciamiento de los dientes o problemas en la deglución.
Pero, ¿qué son? Los frenillos son unas bandas diminutas compuestas por tejido fibroso, muscular o fibro-muscular situados en mitad de la boca. Según la parte exacta donde se encuentre existen distintas variantes:
Los dos primeros se sitúan entre medias de los dos incisivos centrales mientras que el frenillo lingual se localiza entre el suelo de la boca y la parte media de la lengua.
Durante la exploración clínica, el odontólogo puede percibir algunas señales de alerta que indicarán la necesidad de una intervención.
Si las dimensiones del frenillo labial superior son muy gruesas y se intercala entre medias de los incisivos, puede provocar una separación anormal entre ambos y ocasionar problemas para mover con normalidad el labio superior. Además, en casos muy severos, puede causar modificaciones de la fonética del hablante.
En cambio, el frenillo labial inferior provoca menos complicaciones que el superior. En este caso, el paciente habitualmente tiene problemas para realizar una correcta higiene bucal que termina desencadenando en retracción de las encías y gingivitis.
Por último, un frenillo lingual extremadamente corto puede producir complicaciones severas desde edades tempranas: alteraciones del lenguaje, problemas durante la lactancia o formación de úlceras debido al contacto con los incisivos inferiores.
En función de la gravedad de cada uno de los casos, será el especialista el encargado de decidir si es necesario someter al paciente a una intervención quirúrgica, pudiéndose eliminar completamente el frenillo (frenectomía) o cambiar la posición anormal del pliegue (frenotomía).
En Clínica La Victoria contamos con un equipo de profesionales especializados en cualquier problema bucodental. Si padeces alguna de las alteraciones mencionadas, ven a visitarnos. Estaremos encantados de hacer una valoración exhaustiva de tu caso.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.