Durante la infancia, cada uno de nosotros ha experimentado la pérdida de dientes como parte normal del proceso de crecer. A la mayoría de la gente eso no suele resultar muy inquietante. Por el contrario, si nos enfrentamos al mismo acontecimiento en la vida adulta, es un desencadenante de preocupación.
Nuestros dientes aparte de su rol estético, cumplen una función muy importante en nuestro cuerpo, por ello tenemos que cuidarlos muy bien. Sin embargo, sobre todo la gente mayor muchas veces padece de la pérdida de dientes, un problema al que se refiere con el término edentulismo.
Hay varias causas para la pérdida de dientes en la edad adulta. Entre las más frecuentes encontramos mala higiene, caries, pero también accidentes, traumatismos (golpes que pueden facturar el diente o provocar su pérdida) o enfermedades como la diabetes que vienen acompañadas por consecuencias como esta. Además, el edentulismo ha sido investigado de tender a coexistir con malas condiciones de salud. No obstante, todavía queda sin aclarar la relación causal.
La periodontitis es una enfermedad gingival, que se caracteriza por su gravedad e irreversibilidad. Es supuestamente la causa más frecuente y se muestra en forma de una inflamación típicamente causada por placa bacteriana que daña a la mandíbula y causa la destrucción de los tejidos gingivales. Pierden su capacidad de sostener los dientes, lo que a largo plazo lleva a su pérdida.
No obstante, la periodontitis representa una fase avanzada de la gingivitis que ya nos da señales alarmantes como encías sangrantes y, en este estado, sí puede ser tratada para evitar que se empeore hasta convertirse en una periodontitis.
Finalmente es aconsejable, una buena higiene bocal, ir al dentista regularmente porque hay varios tipos de enfermedades que afectan nuestros dientes y no son perceptibles o ni siquiera pueden ocasionar dolor. La gingivitis es una de ellas, por lo cual es importante descubrir tales desarrollos lo antes posible para implementar medidas efectivas.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.