Es mundialmente reconocido que el tabaco y la salud del ser humano no se llevan bien. Además de las advertencias que comúnmente apreciamos sobre el cáncer y el daño a nuestro sistema cardio-respiratorio, el tabaco también ataca de manera bastante agresiva a la salud dental de las personas.
Estos efectos negativos tienen una conexión directa con las numerosas sustancias tóxicas que contienen los cigarrillos. De esta manera, es normal percibir cambios evidentes en nuestra salud bucal desde el primer momento que se consume algo de tabaco. El amarillo de los dientes, la aparición de manchas y el mal aliento, son solo la portada de un extenso libro de consecuencias que tiene el tabaquismo.
Una de las principales consecuencias que tiene el consumo de tabaco, es que disminuye la irrigación sanguínea en nuestras encías, dejándola progresivamente más vulnerable frente a los agentes infecciosos. Paralelamente, reduce drásticamente la capacidad de cicatrización en nuestra boca debido al debilitamiento que provoca en nuestras defensas.
Además, el tabaco altera enormemente el funcionamiento de nuestro sistema inmune y facilita la aparición de sarro y caries. También disminuye la secreción de saliva, por lo que la placa bacteriana tiene muchas mejores condiciones para aparecer en nuestra boca y complicando los futuros tratamientos sobre esta.
Como puedes ver, la lista de los efectos negativos que tiene el tabaco sobre nuestra salud es bastante amplia. Es importante recordar que el tabaco es la principal causa del cáncer oral y que la mejor solución para prevenir cualquiera de estas consecuencias negativas es dejar de fumar.
Desde Clínica La Victoria, recomendamos encarecidamente a todos nuestros pacientes que eviten el consumo de tabaco. Por supuesto, no dudes en solicitarnos consejos y alternativas en caso de que seas un fumador y quieras dejarlo.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.