A veces un problema tan común como una caries puede derivar en algo mucho mayor en nuestros dientes, pero siguiendo una serie de consejos puedes evitar la aparición de este problema.
No es suficiente con cepillarnos los dientes después de cada comida, si no que debemos apoyarnos en aliados como un buen colutorio o hacer uso del hilo dental que se encargarán de limpiar la placa bacteriana que genera la ingesta de alimentos en nuestros dientes. Más allá de esto, conviene visitar nuestro odontólogo como mínimo cada seis meses, su ayuda profesional podrá detectar la aparición de caries o prevenirla, aún así es recomendable una exigente higiene bucal y evitar malos hábitos como el alcohol y el tabaco.
Prevención de las caries en niños
Cuando nuestros hijos son bebés conviene revisar y limpiar sus encías con una gasa con suero, una vez que aparecen los dientes y según la Fundación Británica de Nutrición, será recomendable comenzar a limpiarlos dos veces al día, una por la mañana y otra antes de dormir, con pequeñas cantidades de flúor, hasta que nuestro hijo cumpla los ocho años, edad en la cual se considera que pueden realizar esta tarea por si mismos.
No comer alimentos dulces y pegajosos como caramelos y chuches al igual que sustituir el biberón por un vaso en temprana edad, son claves para evitar la aparición de las caries, así mismo es conveniente evitar las bebidas azucaradas, las cuales son las principales causantes de las caries. Como padres, es recomendable llevar una buena higiene bucodental, pues es el mejor ejemplo a darle a los niños.
Tratamiento de las caries
Una vez que se forma la caries, habrá que acudir a nuestro dentista para que según el estado de desarrollo del problema, nuestro profesional bucodental determine cual es la mejor solución. Cuando la caries afecta a la dentina y esmalte, como capas superficiales del diente, el dentista procederá a limpiar y a rellenar los huecos dañados. No obstante, si el problema es mayor y la caries ha llegado a la pulpa dental, nuestro dentista procederá a extraer el nervio y limpiar el canal de la raíz para posteriormente rellenarlo, por lo que nuestro diente queda sin sensibilidad.
Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.