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Pulpitis dental: Síntomas y Tratamientos

Tiempo de lectura 3 minutos

La pulpitis dental es una de las afecciones más comunes y dolorosas que pueden afectar a nuestros dientes. Se trata de la inflamación de la pulpa dental, un tejido blando que se encuentra en el interior del diente y que alberga los nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo. Comprender sus síntomas y tratamientos es clave para preservar tu salud bucodental.

¿Qué es la pulpitis dental?

La pulpa dental es el «corazón» del diente, responsable de su vitalidad y sensibilidad. Cuando este tejido se inflama, hablamos de pulpitis. Esta inflamación puede ser reversible, es decir, que la pulpa puede recuperarse si se trata a tiempo, o irreversible, cuando el daño es tan severo que la pulpa no puede sanar por sí misma.

Principales causas de la pulpitis dental

La inflamación de la pulpa dental rara vez surge sin una causa subyacente. Las razones más frecuentes incluyen:

  • Caries profundas: es la causa principal. Las bacterias de una caries avanzada penetran las capas externas del diente (esmalte y dentina) y alcanzan la pulpa, provocando una infección e inflamación.
  • Traumatismos o golpes: un fuerte impacto en el diente puede dañar la pulpa, incluso si no hay una fractura visible.
  • Fracturas o fisuras dentales: grietas en el diente permiten la entrada de bacterias y estímulos externos directamente a la pulpa.
  • Desgaste dental severo: la abrasión o erosión excesiva puede exponer la dentina y, eventualmente, la pulpa.
  • Procedimientos dentales repetidos: múltiples tratamientos en el mismo diente pueden, en algunos casos, irritar la pulpa.

¿Qué síntomas presenta la pulpitis?

Los síntomas de la pulpitis pueden variar según el tipo y la gravedad de la inflamación. En cualquier caso, es importante prestar atención a estas señales:

  • Dolor: ya sea leve, agudo, punzante o pulsátil. En la pulpitis reversible, el dolor es provocado por estímulos (frío, calor, dulces) y desaparece al retirar el estímulo. En la irreversible, el dolor es más intenso, espontáneo, prolongado y puede irradiarse a otras zonas.
  • Sensibilidad frío, calor o alimentos dulces.
  • Dolor al masticar: si la inflamación ha avanzado y hay una infección, puede haber sensibilidad a la presión.
  • Inflamación y/o absceso: en casos avanzados de pulpitis irreversible, puede formarse un absceso dental (acumulación de pus), acompañado de hinchazón facial, fiebre y malestar general.

Tratamientos disponibles

El tipo de tratamiento dependerá de si la pulpitis es reversible o irreversible:

Para la pulpitis reversible:

  • Eliminación de la causa: el dentista retirará la caries o reparará la fractura.
  • Restauración dental: se colocará un empaste o una incrustación para sellar el diente y proteger la pulpa.
  • Observación: en muchos casos, con la eliminación del irritante, la pulpa se recupera por sí sola.

Para la pulpitis irreversible:

  • Tratamiento de conductos (endodoncia): es el tratamiento más común. Consiste en remover la pulpa dañada, limpiar y desinfectar los conductos internos del diente y luego rellenarlos y sellarlos. Posteriormente, se suele colocar una corona para proteger el diente.
  • Extracción dental: en los casos más extremos, cuando el diente no puede ser salvado mediante una endodoncia, la única opción es la extracción y posterior implante dental.

¿Cómo prevenir esta afección?

La prevención es siempre la mejor estrategia para evitar la pulpitis y mantener una boca sana:

  • Higiene oral rigurosa: cepíllate los dientes al menos dos veces al día con pasta dental fluorada y utiliza hilo dental o cepillos interdentales diariamente para eliminar la placa y los restos de comida.
  • Revisiones dentales periódicas: visita a tu dentista en Córdoba cada seis meses o al menos una vez al año para detectar y tratar las caries en sus etapas iniciales, antes de que se profundicen.
  • Dieta equilibrada: limita el consumo de azúcares y alimentos ácidos que contribuyen al desarrollo de caries.
  • Protectores bucales: si practicas deportes de contacto o sufres de bruxismo (rechinamiento de dientes), utiliza un protector bucal para prevenir traumatismos y fracturas dentales.

Recomendaciones del odontólogo

La clave para evitar la pulpitis es la detección temprana. No ignores el dolor dental, por leve que sea. La sensibilidad prolongada o el dolor espontáneo son señales de alerta que requieren atención profesional inmediata. Un diagnóstico y tratamiento a tiempo pueden salvar tu diente y evitar procedimientos más complejos y costosos. Recuerda, tu salud bucal es un reflejo de tu bienestar general.

Especialidades y otros tratamientos
Clínica la Victoria