¿Conoces los nombres de los dientes? La boca humana alberga una variedad de dientes que cumplen con funciones muy específicas para asegurar una adecuada masticación, habla y estética. Saber su nombre, sus funciones y la anatomía de cada uno es esencial para mantener una salud bucodental adecuada. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los dientes y su función en nuestra boca.
Los dientes se clasifican en cuatro tipos principales, cada uno con una función específica para ayudarnos a masticar, triturar y desgarrar los alimentos de manera eficaz. Estos son los incisivos, caninos, premolares y molares. A continuación, te explicamos qué hace cada tipo de diente.
Se puede agrupar en 4 categorías en función de la tarea que realizan:
En total son 8: 4 en la parte superior de la dentadura y otros 4 en la inferior. Por lo general, son los primeros que suelen salir. Permiten cortar alimentos gracias a su borde afilado y a su punta plana en forma de cincel.
Tenemos un total de 12. Son también conocidos como muelas y poseemos 6 en la parte inferior y otros 6 en la superior. Nos permiten triturar los alimentos gracias a sus 4 puntas en forma de corona, ayudando al proceso de digestión.
Junto con los molares, ayudan a triturar los alimentos. Hay 4 de los en la parte superior y otros 4 en la inferior, por lo que en total tenemos 8. Tienen una peculiaridad, y es que no crecen a la vez, sino que primero salen los superiores y con el tiempo los inferiores.
Su función principal es desgarrar los alimentos. Tenemos un total de 4 y son también conocidos como colmillos. Su forma es muy característica: terminan de forma puntiaguda. Son los más duros y fuertes porque se encargan de los alimentos más duros.
Cada tipo de diente tiene un papel clave en la salud bucal y en el proceso de la masticación. La coordinación entre los incisivos, caninos, premolares y molares es fundamental para descomponer correctamente los alimentos y facilitar su digestión.
Los incisivos y caninos son esenciales para cortar y desgarrar alimentos, mientras que los premolares y molares cumplen la función de triturar y moler los alimentos, asegurando que los trozos sean lo suficientemente pequeños como para ser digeridos correctamente en el estómago.
Además, todos estos dientes ayudan a mantener la estructura de la mandíbula y facilitan la pronunciación de palabras, lo que contribuye a la correcta articulación y estética facial.
Cada diente está compuesto por varias partes que trabajan juntas para cumplir con sus funciones. A continuación, te explicamos las principales partes de la anatomía de un diente:
La corona es la parte visible del diente que sobresale de las encías. Está cubierta por esmalte dental, la sustancia más dura del cuerpo humano, que protege al diente de los daños. La corona es responsable de realizar la mayor parte del trabajo de masticación, triturando y desgarrando los alimentos.
La dentina se encuentra justo debajo del esmalte y es más blanda que este. A medida que los dientes envejecen o sufren daños, la dentina puede exponerse, lo que genera sensibilidad dental, especialmente cuando se entra en contacto con alimentos fríos o calientes. La dentina transmite la sensación al nervio del diente.
La raíz es la parte del diente que se encuentra debajo de las encías y que lo conecta al hueso de la mandíbula. La raíz asegura que el diente se mantenga en su lugar, proporcionando estabilidad. La pulpa dental, que contiene nervios y vasos sanguíneos, se encuentra en el interior de la raíz y es responsable de la sensación y la salud del diente.
En algunos casos, los dientes pueden tardar más de lo habitual en erupcionar, a este problema se le conoce como agenesia dental. Los retrasos en la erupción dental pueden deberse a diversas razones, como:
Factores genéticos: la erupción dental varía de una persona a otra, y algunos individuos pueden tener una erupción dental más lenta debido a la genética familiar.
Desnutrición o falta de nutrientes: Una dieta deficiente en nutrientes esenciales como el calcio, la vitamina D y el fósforo puede retrasar el crecimiento y la erupción de los dientes.
Problemas hormonales: Alteraciones hormonales pueden afectar el proceso de erupción dental, especialmente en los niños.
Condiciones médicas: Algunas afecciones médicas, como el hipotiroidismo o la displasia ectodérmica, pueden afectar el tiempo de erupción dental.
Espacio insuficiente en la boca: Si los dientes de leche no se caen a tiempo o hay una falta de espacio en la mandíbula, los dientes permanentes pueden tardar más en salir.
Si notas un retraso en la erupción de los dientes de tu hijo o en tu propia boca, es recomendable acudir al dentista para una revisión. A veces, los problemas pueden resolverse con intervención profesional, mientras que en otros casos, el proceso es completamente natural y no requiere tratamiento.
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Contenido supervisado y validado por el Dr. Juan Ballesteros Martínez, Director Médico de Clínica la Victoria.