¿Por qué se retrae la encía?

No es poco común que el tejido de las encías vaya progresivamente retrayéndose de los dientes, generando una especie de bolsas alrededor de estos. En consecuencia, se produce una pérdida de hueso en la base del diente y una exposición de la parte superficial de la raíz dental a la entrada de elementos patógenos externos.

Las causas de la retracción de la encía son muy variadas: lavarse los dientes con demasiada fuerza, el tabaquismo, la falta de higiene bucal, la genética o el rechinar constante de dientes, son algunas de las más comunes.

¿Por qué son necesarios los injertos de encía?

Las encías son fundamentales en el soporte de nuestros dientes y en la protección de la raíz dental de elementos externos. Esas pequeñas bolsas que se forman alrededor de los dientes como consecuencia de la retracción de la encía son muy propensas a acumular bacterias que pueden derivar en posteriores enfermedades.

Por ello, es importante tratar a tiempo el problema y, si fuera necesario, realizar un injerto de encía.

¿Cómo se hacen los injertos de encía?

Como hemos comentado, cuando la encía se retrae, la superficie de la raíz dental queda completamente expuesta. Este hecho propicia que el injerto cubra con tejido dicha raíz. No obstante, ¿de dónde procederá exactamente? Con carácter general, se realiza una extracción de tejido de la zona del paladar o de la muela del juicio superior para cubrir la raíz del diente.

Podemos identificar dos tipos de injertos:

El injerto de encía libre consiste en la extracción de tejido del paladar y posterior colocación en la zona afectada.
Los injertos de tejido conectivo se recubren de forma total o parcial mediante encía o mucosa, separando y seleccionando el tejido para proteger la zona afectada.

Cuidados postoperatorios

Igual o más importante que la propia cirugía son los cuidados postoperatorios que debe realizar el paciente tras el injerto. Estas son algunas de las pautas principales a tener en cuenta tras una operación de estas características:

Tomar los 3-4 primeros días antiinflamatorio cada ocho horas para aliviar el dolor. Recuerda seguir en todo momento las indicaciones de tu dentista.
Enjuagarse con colutorio al menos las dos semanas posteriores a la intervención para desinfectar la zona y evitar que el injerto se desplace.
Seguir una dieta blanda los primeros días tras el injerto y evitar los alimentos que puedan dañar la zona las dos primeras semanas.
No hacer esfuerzos bruscos ni actividad deportiva durante la semana posterior al injerto.
Lavarse los dientes con frecuencia y, sobre todo, evitar el tabaco.

En Clínica La Victoria somos expertos en técnicas como la mencionada para cuidar la salud de tus encía. Si estás interesado en realizar un injerto de encía o en cualquier otro servicio de odontología, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo para conocer más información. Nuestro equipo de profesionales estará encantado de atenderte.